La lucha contra el crecimiento del déficit fiscal no cesa. A pesar de que ya llevamos varios meses bajo el ala de la Ley 9635, para el fortalecimiento de las Finanzas Públicas, los resultados apenas se dejan ver y deberemos esperar varios meses más para consolidarlos.

Con datos disponibles a noviembre de 2019 el déficit fiscal total alcanza un 5,9%, similar al observado en el 2018. Parecería que la nueva ley no tiene los efectos esperados pero si los hay. El déficit primario, que involucra los impuestos y los gastos no financieros muestra un leve recorte, pero recorte al fin. En períodos previos este déficit crecía año a año y alimentaba así el aumento de la deuda del Gobierno.

Cuando a ese déficit se agrega el pago de la deuda es donde se complican los resultados. Durante varios meses el Ministerio de Hacienda debió financiar sus faltantes con deuda a muy corto plazo y a mayores costos lo que incrementa el sacrificio financiero nacional y hace crecer el déficit financiero.

De mantenerse en el tiempo el resultado preliminar de reducción del déficit primario se dejaría de aumentar la deuda. Aquí ya hay una buena noticia.

Si a esto le agregamos una buena administración de la deuda actual es posible que con el tiempo se reduzca la presión de los intereses de esta y podamos arribar a un puerto soñado: Superávit Primario. Para alcanzarlo debemos seguir navegando hacia ese puerto sin desvíos o distracciones. La lucha no cesa.

Vidal Villalobos Rojas, economista.