• Durante el período fiscal 2017 las asociaciones destinaron un promedio de ¢10 millones para obras sociales.

Las asociaciones solidaristas constituyen un pilar importante de las instituciones con amplia proyección social y económica, extendiendo su mano no solo a sus afiliados y afiliadas, sino también a quien lo necesite dentro de la comunidad donde se establecen o provienen.

El solidarismo, participa y gestiona gran variedad de actividades sociales y ayudas económicas, financiadas con los recursos que las asociaciones captan cada período. Este portafolio de beneficios sociales, dependerá del tamaño de la asociación y los recursos con los que disponga, aunque no hay asociación pequeña cuando de ayudar se trata.

Solidarizarse con quienes más lo necesitan y contribuir de manera justa y equitativa, son los valores sobre los cuales se asientan las acciones sociales llevadas a cabo en el sector.

“El 79% de las organizaciones consultadas indicó que brindan ayudas a sus afiliados ante la muerte de un familiar cercano, el 57% indicó que destinan una parte de sus recursos para celebraciones navideñas y un 34,6% que apoyan casos de enfermedades o afecciones médicas” según se indica en el capítulo VII del Estudio del Solidarismo Costarricense 2017.

Sumado a esto, entre algunas de las actividades proyectadas a las comunidades, destacan la organización de eventos y donaciones a hogares infantiles y casas de cuido de adultos mayores, trabajos en escuelas, eventos recreativos fomentando la actividad física, campañas de vacunación, reciclaje, siembra de árboles, proyectos de vivienda, entre otros.

En el ámbito del crecimiento económico, también se organizan charlas y ferias en apoyo a quienes deciden emprender en sus comunidades.

Si su asociación solidarista realiza actividades de este tipo, puede escribir a nalfaro@solidarismo.or.cr.